domingo, 18 de octubre de 2015

Reseña: Playlist: Las canciones de mi muerte (Michelle Falkoff)




LO QUE SABE SAM:
Hubo una fiesta.
Hubo una pelea.
A la mañana siguiente, su mejor amigo,
Hayden, está muerto.
Todo lo que le dejó fue una playlist
y una nota suicida.
PERO LO QUE NO SABE ES:
¿POR QUÉ?

Para entender lo que pasó con su mejor amigo Hayden, Sam tiene que confiar en la lista de canciones y en su memoria. Pero cuanto más escucha se da cuenta que su memoria no es tan confiable como creía. Especialmente cuando alguien que pretende ser Hayden le manda mensajes enigmáticos, al mismo tiempo que comienza una serie de ataques contra los matones que le hicieron la vida imposible a su amigo.
Sam sabe que tiene que enfrentar lo que ocurrió esa noche. La única manera: quitarse los auriculares y abrir los ojos a las personas que lo rodean (incluyendo una chica excéntrica e impredecible, también llena de secretos) para poder desentrañar la historia de su mejor amigo.
Y quizás llegar a cambiar la suya propia.



Desde que comencé a leer con mucha más frecuencia que años anteriores y de forma mucho más consciente, cuestionando todo lo que leía, pero sin dejar de lado el mero disfrute que un buen relato me podía ofrecer, decidí salir de mi zona de confort y abrirme más a nuevos géneros y temáticas, adentrándome sin rodeos en la literatura juvenil. Solía tener mis prejuicios, que afortunadamente hoy están encerrados en un cajón con siete llaves, pero que principalmente residían en el miedo de abrir un libro dedicado para los lectores más jóvenes y encontrar un relato insulso y trillado sobre temas absolutamente superficiales y fuera de órbita. ¿Me quiere? ¿No me quiere? Pues, deshojemos margaritas; estoy deprimida porque no conseguí el vestido perfecto para el baile de egresados; la chica más popular no me invitó a su fiesta. Libros y más libros dedicados a encasillar a los jóvenes en un único modelo, ese modelo que nos recuerda al estereotipo de adolescente que encontramos a diario en las grandes producciones hollywoodenses, nada más alejado de la realidad.

Una de las razones por las que me dejé conquistar por la literatura juvenil contemporánea ha sido los grandes vientos de cambio que ha traído en los últimos años, de la mano de talentosos escritores y editoriales que han apostado a obras más profundas y de gran calidad. Me sorprende la variedad de temáticas que se pueden encontrar hoy en día, problemáticas reales a la que los jóvenes se enfrentan día a día que, a pesar de haber dejado de ser adolescente hace un par de años, siento que posee un alcance mayor y que se extiende a un público de aún más edad.

Este discurso introductorio no surge de manera azarosa, sino que me sirve de apoyo a la hora de intentar describir los sentimientos que nacían en mí mientras estaba inmersa en la lectura del relato tan hermoso y especial que resultó ser Playlist: Las canciones de mi muerte.

De la mano de Michelle Falkoff encontré un mundo de sensaciones bastante similar a lo que obtuve leyendo Las ventajas de ser invisible, de Stephen Chbosky, sin dudas, uno de mis libros favoritos. Cualquiera en mi lugar hubiera pensado que Falkoff no estaba siendo nada original, que era más de lo mismo pero, para mi sorpresa, no fui alcanzada por esta oleada de prejuicios, sino que descubrí que estaba llegando a un lugar que me resultaba familiar, y me sentí muy cómoda y a gusto, casi como estar en casa.

Debo admitir que la trama de Playlist es muy singular. Hayden, un adolescente retraído y algo geek, acaba de suicidarse. Lo único que deja como nota de suicido es una lista de canciones para Sam, su mejor amigo. Él, nuestro protagonista, deberá descubrir por medio de éstas, las razones que llevaron a Hayden a tomar tan trágica decisión. 

Es un largo camino el que recorre Sam: revolver el pasado, transitar caminos viejos y nuevos, salir de su zona de confort y hacer nuevas amistades que lo ayudarán a descifrar el enigma. Él solo tiene conocimiento parcial de los hechos que tuvieron lugar la noche del suicidio. Creyó conocer todos los secretos de su mejor amigo, pero abrirá los ojos para darse cuenta de lo contrario. 

No es para nada un policial ni una historia de detectives, sino un relato que nos habla sobre la búsqueda personal de Sam. Es un adolescente que se enfrenta a problemas propios de su edad. Adolece, según el verdadero significado de la palabra. Es retraído, desconfiado, ignorado... Pierde a su único amigo en el mundo y además se siente culpable por ello. Su situación empeora aún más. 





El relato de Falkoff es uno de los mejores elementos de la novela. Es ligero y ameno, y en todo momento, la narración en primera persona se siente como el susurro de un viejo amigo. A pesar de todo el caos uno puede refugiarse en un mar de tranquilidad invisible y sentirse acompañado.

Un libro con banda sonora es otro aspecto que suma. Había tenido experiencias similares anteriormente con Eleanor & Park, de Rainbor Rowell y Las ventajas de ser invisible, de Chbosky. Pero esta vez la música se convirtió en un personaje más. Un hilo conductor entre Sam y Hayden. Entre el pasado y el presente. Entre lo oculto y lo obvio. Cada capítulo posee a modo de título una canción. A medida que avanza el relato pasamos por diferentes bandas y géneros musicales que nos ayudan también a generar un ambiente propicio para el relato de Sam. Contribuye a la melancolía, a la tristeza, a la rabia y al enojo, y a la liberación.

Los personajes son seres humanos comunes y corrientes, con fortalezas y debilidades tan reales como las nuestras. Solamente algunos personajes secundarios llegan a rozar el estereotipo, pero es totalmente entendible: el libro no supera las trescientas páginas y hay asuntos más importantes que atender como para rellenar la historia con un desarrollo más amplio de personajes que no necesitamos conocer en profundidad. Caso contrario, con Sam podemos ver el despliegue de temáticas muy delicadas y ,algunas veces, necesarias de hablar con los más jóvenes: la soledad, el bullying, el suicidio y claro, el seguir adelante...

Al abrir Playlist, encontramos en sus páginas un mundo del que muy pocos quieren hablar y que sin dudas Falkoff logró hacerlo con tanta sutileza, sin privarnos de la realidad. Es un rayito de luz entre tanta oscuridad, una palabra de ánimo para esos momentos que pasamos en la sombra.




"Un montón de gente quiere ser invisible. Quizás incluso pueden pretenderlo. Pero siempre hay alguien que los ve."

MI CALIFICACIÓN


8 comentarios:

  1. Hola Mary! me estoy volviendo fan de tus reseñas. Que bueno que lo conseguiste y que te gustó tanto! había visto que seguías el blog tour y te llamaba la atención. (Me encantó la foto con tu remera de Vampire Weekend). Tengo ganas de leer algo así y que me atrape de la misma forma que a vos. Si querés libros con temáticas parecidas creo que los primeros que se me vienen a la mente son Cartas de amor a los muertos y 13 reasons why. No los he leído pero presiento que te pueden gustar.
    Un beso

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  2. No puedo parar de pensar, que HERMOSA remera tenes. La envidio. Demasiado.
    Ahora siguiendo con la reseña. Tengo ganas de leerlo, pero tengo problemas en el hecho de que no quiero decepcionarme. La música que presenta el libro es muy buena, la historia parece ser increíble, pero cuando todo promete, a mí termina no enganchándome. Ojala que me guste como a vos!

    Nos vemos!
    PD: repetido en miles de comentarios, pero no puedo parar de decirlo. Hermoso blog ^^

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  3. No conocía para nada el libro, y lograste que me llamara la atención. Por un lado a medida que lo contabas pensé que iba a rozar el lado policial, al decir que no... ¡me diste más curiosidad! Lo voy a anotar para un futuro.

    Un beso grande! Que empieces una linda semana

    Nati
    http://khaleesigeek.blogspot.com.ar/

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  4. Mary, seriamente, pensa en ser escritora. Redactas de una forma atrapante y te expresas de maravillas.
    Tengo este libro, pero se lo di a Matías para que lo reseñe, ya que ando con otras reseñas atrasadas, jaja, pero no veo la hora de hacerme el tiempo para leerlo.
    Lo que ya hice fue armar la playlist en spotify y escucharla cada tanto =p
    Creo que es muy original que cada capítulo sea un tema, es una forma mas de meterse en la historia.

    Besos
    Male

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  5. Es genial la postura que tomás cuando una historia se asemeja a otra. Generalmente, uno se enoja y ya lo lee con pesadez "porque se parece a..." o "es la copia de..." pero tomar las similitudes, como un lugar de comodidad y de agrado, también está bueno.
    La trama de esta historia, hablando de similitudes, me recuerda a la novela de Jay Asher: "Por trece razones", la cual quiero leer hace rato. Así que sumamos uno más a la wishlist :)
    Gracias por esta linda reseña, Mary.
    Un beso grande♥

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  6. Vi éste libro en internet y me llamó la atención, pero no me animé a comprarlo.
    Tu reseña me anima un poco más. Me alegra que te haya gustado.
    Saludos.

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  7. Hola Mary!
    Quise leer este libro después de haberlos visto por ahí cuando una amiga me pidió si se lo podía conseguir en digital porque moría por leerlo. Después de rebuscar por un rato largo lo encontré y se lo mandé. Y me encantó enterarme que lo iban a traer acá.
    Leyedo tu reseña a mí me hizo acordar un poco más a 13 reasons why, aunque lo que deja Hannah después de suicidarse son varios casettes destinados a una lista de personas que tienen cierta culpa en su decisión. Cuando leí este me esperaba otra cosa y la historia de Hannah me sorprendió y me dio bronca también.
    Así que ahora estoy intrigada con este otro libro que tiene una idea parecida pero que la única pista son canciones y no un relato. Debe ser mucho más complicado para Sam descifrar esa playlist y sus significados.
    Tengo muchísimas ganas de leerlo así que espero poder hacerlo pronto.

    Que andes bien.

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