Reseña: Carta de amor a los muertos (Ava Dellaira)

TÍTULO: Cartas de amor a los muertos (Love letters to the dead)

AUTOR: Ava Dellaira

PUBLICACIÓN: 2014

EDITORIAL: V&R

Todo comienza con un trabajo para la clase de Literatura: escribir una carta a una persona muerta. Laurel decide escribirle a Kurt Cobain, quien murió joven como May, su hermana. Luego de la primera carta, ya no puede detenerse, y escribirá otras a Janis Joplin, Amy Winehouse, Jim Morrison y Heath Ledger, entre otros personajes famosos. Sin embargo, no le entrega ninguna a su profesora. La tarea permanece oculta… como tantas cosas de su vida.

Laurel escribe sobre lo que le pasa: cómo se siente empezar en otra escuela, lo difícil que es forjar nuevas amistades, cómo es el primer amor o vivir con padres separados y, lo más importante, escribe sobre la muerte de May. De esta manera, comienza a relacionar las cosas que compartió con su hermana y sus experiencias personales, con las vidas y muertes de estos íconos. Cuando escriba la verdad sobre lo que le ocurrió, podrá aceptar la muerte de May y solo así logrará verla y recordarla como la persona que siempre fue: adorable, asombrosa e… imperfecta.

Cartas viajeras, cartas que llevan noticias, cartas cargadas de penas y otras de alegrías. Algunas tienen la dicha de viajar por el mundo, otras se pierden en el camino. Van de mano en mano, hasta llegar a destino. Son palomas mensajeras trasladando mensajes importantes y palabras mágicas. Muchas veces son las únicas capaces de decir lo que algunos corazones callan, convirtiéndose en un arma muy poderosa, tal como lo será para Laurel.

Laurel es una joven que ha pasado por experiencias muy fuertes en su vida, aunque realmente todo es un gran misterio, porque parece decidida a no compartirlas con nadie.

Comienza el año escolar en un nuevo colegio. Su principal objetivo es dejar su pasado atrás, liberándose de una carga muy pesada. Para su desdicha, sus planes no salen a la perfección. La profesora de Literatura les deja un trabajo muy particular: escribir una carta a una persona muerta. A partir de ese momento todo parece conspirar para traer el pasado de nuevo a su vida.

Laurel escribe una carta que nunca entrega a su profesora. Está dirigida a Kurt Cobain. Le cuenta un poco de su vida, de sus sentimientos y de cómo lleva la adaptación a la nueva escuela. 

Luego escribe una nueva carta, con el mismo destinatario. Así descubrirá un nuevo amigo de tinta y papel al que le confiará sus secretos más profundos, recordándonos al entrañable Charlie, de The perks of being a wallflower. Así como se atrevió a escribirle a una estrella de la música, lo hará nuevamente con otras celebridades. Sus momentos de alegría, tristeza, confusión, amor y desamor, serán dedicados a célebres artistas como Jim Morrison, Janis Joplin, Amy Winehouse, Elizabeth Bishop, entre otros. Aquí radica la principal diferencia con la obra de Chbosky: cada uno de ellos la conectará con personas y momentos importantes de su vida. De este modo conoceremos la verdadera historia que Laurel está tan deseosa de esconder: cada carta nos abrirá una puerta al pasado y a su relación con su padre, su madre, su tía, sus nuevas amistades, su nuevo amor y May... su hermana. 

En algún momentos de nuestras vidas encontramos en alguna persona cercana, o quizás no tanto, un modelo a seguir, alguien a quien admirar. Para Laurel, su hermana May fue siempre una fuente de inspiración y de plena admiración. La consideraba su mayor ejemplo y pretendía seguir sus pasos. Era una persona fuerte, determinada, siempre bondadosa con ella, y una gran amiga. Hasta que un día, tras un confuso episodio, que Laurel decidió mantener en las sombras, May pierde la vida y hace colapsar la de su familia. Laurel, la única que conoce la verdad detrás de tan trágico episodio, decide callar, su padre se hunde en un profunda depresión, y su madre, emprende un viaje a una nueva ciudad.

Definitivamente cada carta que Laurel escriba será un paso adelante hacia una intensa expiación que vivirá en una etapa decisiva en su vida: la adolescencia. La autora se anima a explorar, con una pluma delicada y fresca, una temática muy delicada, como lo es la pérdida de un ser querido y todo lo que ello implica. La sutileza con la que trabaja logra que el personaje de Laurel se vaya descubriendo a sí misma y a expulsar sus sentimientos tras ese largo duelo, imitando una escalera de caracol o un espiral, el cual será necesario para que Laurel pase por muchos lugares y viva, o reviva, algunas experiencias cruciales,  dando vueltas y vueltas, a veces mareándose y dejando de pisar tierra firme, para poder entender la vida y llegar a destino preparada, tras haber logrado un buen aterrizaje.

Cartas de amor a los muertos es un lugar para el crecimiento personal y la superación. Acompañamos a Laurel en un largo aprendizaje, en el que descubrirá que a veces las apariencias no son tan malas, sino que intentan funcionar como mentiras piadosas, pero aún así es necesario enfrentarlas y ponernos de lado de la verdad porque, aunque duela, es parte de nosotros, y descubrir quién somos es la mejor manera de estar en paz con quienes nos rodean.

"(...) algunos momentos de la vida permanecen en nuestro cuerpo, anclados debajo de la piel al igual que semillas de asombro, tristeza o temor. Si nos caemos, alguna de ellas podría liberarse y disolverse en la sangre o crecer hasta convertirse en un árbol. A veces, basta con que una sola se esparza para que las demás hagan lo mismo."

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