domingo, 10 de enero de 2016

Reseña: Lolito (Ben Brooks)



Título: Lolito
Autor: Ben Brooks
Publicación: 2014
Editorial: Blackie Books



Etgar tiene todo por hacer y sin embargo no quiere hacer nada. Etgar tiene problemas de adolescente y miedos de adulto. Etgar solo quiere ver documentales marinos y comedias sin muerte, pero clica en los vídeos virales más sádicos. Etgar es aún un crío, pero ya escribe cartas imaginarias a sus hijos que no nacerán. Etgar querría beber siempre té con Nesquik, pero vacía una botella de alcohol tras otra. Los amigos de Etgar también lloran, como él, pero siempre despiden sus mensajes con una risa. Pasea por las calles grises de su pueblo, pero es en internet donde Etgar descubre el desamor más cruel (el engaño de su primera novia en Facebook) y también el amor más cálido y extraño (el consuelo de una mujer madura tan indefensa como él, en un chat sexual). Un juego de identidades que deberá resolver en la vida real.




Lolito es, sin dudas, una colección muy particular de las ideas y ocurrencias más disparatadas que rondan permanentemente en nuestra mente, a la que Brooks se anima a darles forma humana, materializándolas en un adolescente común y corriente como lo es Etgar. Aunque a veces, bueno, sale de ese límite, pero ¿no todos lo hacemos en algún momento de nuestras vidas?. 
Este personaje tan peculiar tiene quince años, una novia que lo hace feliz y un grupo de amigos con los que puede contar siempre. También proviene de una buena familia. A simple vista no hay nada de lo que deba quejarse ni que lo haga infeliz. Sin embargo, como todo adolescente, atraviesa una época de cambios, que a algunos les sienta bien y a otros, como Etgar, no tanto. Cuando estos cambios colisionan con decepciones propias de la vida, algo colapsará en su interior.

Algunas críticas lo mencionan como una versión moderna del famoso Holden Caulfield de J. D. Salinger (protagonista de El guardián entre el centeno). Debo decir que están en lo cierto. Es un joven por momentos dócil y otras veces, rebelde de los buenos. Hay días que la calma lo invade y decide quedarse en casa con su perro, tomar té con Nesquik y mirar videos en Youtube. Otros días parece ser abducido por un agujero negro que lo escupe en una tierra de decepción y temores. Cambia el té por litros y litros de alcohol, los videos que mira en internet se vuelven cada vez más bizarros y cubre la desilusión de un desengaño amoroso entrando a una sala de chat para adultos. Etgar realmente adolesce. Es un niño sin rumbo, extraviado en el mundo de los adultos. Comienza a sentirse inseguro, aburrido y decepcionado del círculo al que realmente pertenece, ese que está lleno de jovialidad, frescura y despreocupaciones, por lo que termina buscando refugio en lugares moralmente baratos: el alcohol, una depresión melodramática y el consuelo en encuentros íntimos con una mujer mayor que conoce por internet. 
Entonces ¿en dónde reside la diferencia con el polémico Holden Caulfield? Para empezar Salinger y Brooks no usan la misma pluma, cada estilo tiene su encanto por separado. Me atrevería a decir que el contexto lo cambia absolutamente todo. Salinger se atrevió a exteriorizar los sentimientos de un joven lleno de rebeldía y a decir lo que nadie decía en los años '50 y fue algo totalmente revolucionario. Brooks podría haber provocado el mismo efecto sino fuera por los tiempos modernos en los que vivimos y en los que parece que ya nada nos sorprende. 





No busquen una conducta ejemplar ni un modelo a seguir; Etgar es, definitivamente, un antihéroe. Y lo que produce el ensimismamiento del lector, con él, con su vida, con sus pensamientos y ocurrencias, es la voz que le da el autor. Su estilo es absolutamente fresco, juvenil, con mucho humor y, a veces, un poco retorcido, pero en la medida justa. Afortunadamente Brooks no se toma licencias para los excesos, aunque sí un poco para las extravagancias estilísticas.

Lo que resalta en Lolito, y hago hincapié en esto una vez más, es la aparición del elemento cómico en medio del melodrama en que se ve encerrado el personaje. Es la vida real y cotidiana vista desde afuera, con un protagonista que siempre ve el vaso medio vacío y sobre-analiza constantemente cada cosa que sucede, o no, en su vida. Es una delicada y sutil parodia de la adolescencia, pero no por eso Brooks nos permitiría ignorar los sentimientos de Etgar.

Lolito es un constante delirio que, sorprendentemente, refleja la cotidianidad de nuestros pensamientos y desvaríos. Un abrazo interminable entre lo que es y lo que no, entre nuestra percepción y el mundo real. Cambios, crecimiento. Una novela para dejarse llevar.


"A veces encuentras todo cuando no tienes nada que perder"


MI CALIFICACIÓN



3 comentarios:

  1. Hola!!!
    Había oído esta novela en el canal de Charles de La cueva de Charles y compartimos gustos muy similares pero no le había prestado mucha atención.
    Ahora que me entero de lo que trata creo que es el tipo de libros que me gustan y seguramente le daré una oportunidad pronto.
    También tengo que leer El guardián entre el centeno porque en muchos lados oigo maravillas de él.
    Muy buena reseña.

    Saludos!!!

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  2. Holi <3
    No conocía el libro, pero me dieron ganas de leerlo, jeje. Me gusta el hecho de que muestre a un chico normal, con dramas como todos y a la vez con cierto humor.
    Quiero quiero quiero


    Besitos

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  3. ¡Hola!

    Primero que otra cosa, déjame decirte que tienes un blog muy lindo♥ recién lo conozco y me ha encantado. En cuanto al libro, desde hace bastante tiempo le tengo unas ganas horribles, pero por una u otra cosa no he podido comprarlo y mucho menos leerlo, espero este año poder leerlo por fin y ya te estaré diciendo qué tal ;)

    Te sigo desde la iniciativa de Blogs Asociados
    http://mi-vida-de-papel.blogspot.mx/
    Besos♥

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