lunes, 26 de febrero de 2018

Reseña: El perro del peregrino (Liliana Bodoc)


Título: El perro del peregrino
Autor: Liliana Bodoc
Publicación original: 2013
Editorial: Alfaguara


Un peregrino salva a un cachorro que fue arrojado a las aguas del Tiberíades. Con ayuda de la lavandera, este hombre le da un nombre: Miga de León. A partir de entonces, el perro y el peregrino van juntos: comparten el pan, la alegría y el miedo. Detrás de su padre camina Miga de León y huele el amor, la devoción y la traición de los hombres.

El perro llevará al lector hasta el pie del madero, allí donde termina y comienza esta historia de un amor sin condiciones.


Cuando se habla de religión es difícil salir ileso de la opinión pública. Indiferentemente del criterio propio que hayamos formado, cuando emitimos un punto de vista sobre el tema, muchas personas resultan contrariadas con el discurso. Es lógico, no es un tema menor, y las diversas culturas a lo largo y ancho del mundo han logrado diversificar enormemente el sistema de creencias. Ahora bien, arduo trabajo es el que decidió emprender Liliana un día, cuando en su mente se gestó la idea de combinar la ficción, género casi absoluto en su obra, con una temática tan polémica como la religiosa, sin mencionar que el libro estaría destinado a lectores muy jóvenes.
Miga de León es un perro que, como producto del desafecto de alguien, fue arrojado en una bolsa al lago de Tiberíades y gracias al amor de otro, fue rescatado y devuelto a la vida. A partir de ese momento, el cachorro pasará a formar parte de la vida del peregrino más famoso de la historia. Con lealtad y gratitud, seguirá los pasos del hombre hasta el final y será testigo de los sentimientos más profundos de la (des)humanidad. Es a través de su percepción canina que descubriremos que el amor está en una mirada, en un pequeño gesto, en un paso que se da y en otro que no. Y allí donde se ausenta, el mal puede encontrar una rendija por la cual colarse.

Cuando decimos que Bodoc se desprende de toda doctrina o religiosidad, hacemos referencia a su bien logrado intento de esbozar el aspecto cotidiano de la vida de Jesús, eje central del relato, y de su necesidad de transmitir la esencia del mensaje bíblico desde un nuevo punto de vista. Desde la ficción, se encarga de rellenar los espacios vacíos, aquellas páginas en blanco de la historia de vida del mesías. En este punto, la singularidad encuentra solidez en dos grandes pilares. En primer lugar, la decisión de hacer un uso mínimo del relato bíblico, lo justo y necesario para establecer un marco de referencia y que el resto de la inventiva se encargue de recrear a Cristo en lo cotidiano y, en segundo lugar, que esta reconstrucción suceda ante la atenta mirada de un perro.




El camino es el mismo, polvoriento y transitado infinidad de veces a lo largo de la historia con los pasos de diferentes religiones. No falta la presencia de personajes icónicos como el de María, una madre preocupada y llena de amor, la mujer a punto de ser apedreada por sus pecados, circunstancia memorable ya que sería en la que se gestara la conocida frase "El que esté libre de pecado, que arroje la primera piedra" y el grupo de discípulos entre los que se encontraría el que entregara a Jesús a sus enemigos. Miga de León es capaz de olfatear la intención de todas y cada una de las personas que se cruzaran en el camino de su amo, pero siempre con la incapacidad de advertirle sobre ello y de ese modo convertirse en un impotente testigo de lo inevitable.

La elección de un perro como guía a lo largo del relato parece, en un principio, una idea arriesgada y un tanto aleatoria, como ya tantas veces hemos evidenciado el uso de este recurso para ganar al empatía del lector. Cuando indagaba en esta idea encontré una analogía con Los ojos del perro del siberiano de Antonio Santa Ana. Y así llegué a la conclusión de que cuando uno quiere narrar una historia con imparcialidad y librarse de todo prejuicio humano, la mirada inocente y el corazón desinteresado de un perro parecen convertirse en una de las mejores herramientas para lograrlo.

Enriquecido con conmovedoras historias paralelas y escrito en un lenguaje simple pero que no se atreve a despegarse de la metáfora en ningún momento, Bodoc vuelve a lograr una obra digna de la admiración de sus lectores. Más allá del contexto o de su simbología transmite, a través de un abanico de personajes entrañables, un mensaje de amor que supera cualquier adversidad.


"—Y existe un solo modo de cumplir con el día—continúa el galileo—. No es ganando el dinero necesario, ni orando ni pagando deudas... No es ostentando riquezas ni lanzando lamentos. Solo si transcurre con amor, el día está cumplido."

MI CALIFICACIÓN


Gracias a Penguin Random House por el ejemplar.
Pueden leer el primer capítulo haciendo click aquí.







SOBRE LA AUTORA 


Liliana Bodoc (Santa Fe, 21 de julio de 1958-Mendoza, 6 de febrero de 2018) fue una escritora y poeta argentina que se especializó en literatura juvenil. Con su trilogía La saga de Los Confines se mostró como la revelación argentina en el género de la épica y la literatura fantástica. 

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